Mascarillas faciales

Hace unos 5.000 años, en la antigua India, los seguidores de Ayurveda ("ciencia de la vida" en sánscrito) hacían mascarillas faciales y corporales llamadas ubtan que ahora los historiadores consideran uno de los primeros productos cosméticos del mundo. Su composición variaba, pero siempre incluía hierbas y especias, como aloe vera, cúrcuma y flores.

De caseras a fabricadas industrialmente

Hace muchos siglos, la gente cuidaba la piel no sólo en la India, sino también en el antiguo Egipto. Obsesionados con la apariencia, los egipcios hacían mascarillas faciales de arcilla, leche y miel. Cleopatra, pionera de los tratamientos de belleza, tomaba baños exfoliantes con leche de burra, aplicaba barro del Mar Muerto en su cara dos veces por semana y añadía claras de huevo como un ingrediente antienvejecimiento a sus máscaras “caseras”.

En diferentes partes del mundo, había diferentes recetas de mascarillas faciales, pero principalmente se hacían para mejorar el aspecto de la piel y blanquearla. Poco a poco, las recetas se volvían más complicadas e incluían componentes adicionales. 

La mayor parte de las fórmulas de máscaras modernas producidas en fábricas de cosméticos se basan en remedios caseros probados por cosmetólogos y dermatólogos y enriquecidos con componentes raros o poco accesibles como algas o extractos de plantas exóticas. Además, hoy en día, a menudo incluyen ingredientes especialmente sintetizados, como, por ejemplo, aceite de germen de trigo, vitamina E, pantenol y otros.

Clasificación de mascarillas faciales

Los tratamientos de fábricas de cosméticos modernos generalmente se producen en forma de gel o crema envasada en un frasco o tubo, así como en polvo que se debe mezclar con agua o activador especial o en forma de servilletas de tejido sin tejer impregnadas con soluciones de componentes útiles. Además, las mascarillas faciales también se agrupan por su función en:

• limpiadoras y exfoliantes que se utilizan para eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros obstruidos;
• hidratantes que se recomiendan para todo tipo de pieles y para todas las edades;
• nutritivas que a menudo contienen aceites vegetales, complejos multivitamínicos, extractos de plantas y productos apícolas;
• para pieles problemáticas que ayudan a solucionar los problemas como las erupciones cutáneas, los poros obstruidos y la secreción sebácea excesiva;
• anti-envejecimiento diseñadas para recuperar el óvalo de la cara, reducir las arrugas, mejorar la elasticidad y prolongar la juventud;
• blanqueadoras que se aplican para unificar el tono de la cara y eliminar las manchas por la edad;
• calmantes y tonificantes que alivian la irritación causada por diferentes condiciones climáticas adversas, radiación ultravioleta y factores ambientales destructivos.

Sin importar el tipo de máscara, se debe aplicar sólo en la piel limpia, evitando la zona del contorno de ojos y siguiendo las instrucciones del fabricante. Una vez que la apliques, debes abstenerte de conversaciones y controlar tu mímica.

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