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Se recomienda usar las bolas al menos dos veces por semana durante 2-3 horas cada vez. Su movimiento depende de tu movimiento. Puedes llevarlas contigo al caminar, durante una sesión de yoga o mientras bailas. Cuanto más te muevas, más intensas serán las vibraciones, lo que también puede llevar al orgasmo.

Comienza a usar las bolas lentamente, inicialmente por períodos cortos en casa. Especialmente después del parto o de un procedimiento ginecológico, date suficiente tiempo para que tu cuerpo se acostumbre a las bolas. Es importante ser consciente de tus músculos del suelo pélvico y aprender gradualmente a activarlos y relajarlos utilizando las bolas.

Antes de usarlas, lava bien las bolas con agua tibia. Insértalas cuando estés sexualmente excitada o utiliza un lubricante a base de agua para facilitar la inserción. Comienza insertando la bola sin el cordón de silicona. Inserta las bolas a una profundidad cómoda, lo suficientemente profundo como para que puedas retirarlas fácilmente usando el cordón en cualquier momento. Para un uso prolongado, el material suave te permite posicionar el cordón alrededor del clítoris en la parte delantera o torcerlo. De esta manera, las bolas pueden quedar aseguradas por el lazo creado.