Dermocosmética

A nadie le sorprenderemos al decir que los cosméticos de mass market no resuelven los problemas de la piel. Sólo son capaces de satisfacer las necesidades más básicas, como aquellas de nutrición e hidratación. Para las pieles no propensas a la sensibilidad y sin problemas específicos, este tipo de cuidado sí es suficiente, pero cuando se trata de los problemas como la psoriasis o la dermatitis atópica, la dermocosmética es la única opción.

¿Qué es y en qué difiere de los cosméticos regulares?

Los productos dermocosméticos son algo medio entre los cosméticos regulares y los medicamentos dermatológicos. Su propósito principal es tratar los problemas de la piel, no enmascararlos. Debido a que están destinados a pieles sensibles, propensas a alergias y aquellas con afecciones específicas, se fabrican cumpliendo los requisitos establecidos para la fabricación de los medicamentos.

Al mismo tiempo, a diferencia de los fármacos, la dermocosmética no tiene contraindicaciones, no es adictiva, se puede usar constantemente y es adecuada tanto para la prevención, como para el tratamiento. 

Los dermocosméticos suelen contener componentes que están presentes tanto en cosméticos regulares (agua termal, urea, ácido hialurónico, extractos de plantas, colágeno), como en fármacos (dexpantenol, gluconato cálcico, óxido de zinc, etc.). La principal diferencia reside en la calidad de materias primas y el nivel de purificación: al igual que en los medicamentos, en los dermatocosméticos se utilizan sólo ingredientes puros de primera calidad.

¿Para qué sirve la dermocosmética?

Los dermatólogos la recomiendan para tratar el acné, la rosácea, la psoriasis, el eczema y todo tipo de alergias. Sin embargo, cabe recordar que no es la panacea. Los problemas de la piel son enfermedades, cuyas causas se encuentran dentro del cuerpo humano y que ni siquiera pueden curarse por completo con la ayuda de los dermocosméticos. Los últimos sólo pueden complementar el tratamiento terapéutico y minimizar las manifestaciones externas de la enfermedad.

Principales características de dermocosmética

Al igual que los cosméticos regulares, estos productos están destinados para el uso sobre la piel y se producen en forma de cremas, lociones, tónicos, sérums, champús y así sucesivamente. Con esto, tienen una serie de características que los distinguen de los artículos mass market. En concreto, la dermocosmética:

• tiene fórmulas únicas y mucho más eficientes;
• es absolutamente hipoalergénica y no contiene alcohol, ni conservantes, ni colorantes, ni perfumes;
• contiene sólo ingredientes probados clínicamente;
• se somete a pruebas dermatológicas complejas en el laboratorio antes de que se lance al mercado.

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