El uso de oro y partículas de oro se está volviendo cada vez más popular en cosmética. Se agregan a extractos de plantas para obtener diversos productos cosméticos. Hoy en día, las empresas utilizan nanopartículas de oro, phytogold y biogold. El metal precioso del que se fabrican las joyas y las obras de arte no se oxida en contacto con agua y es resistente a la corrosión, por lo que se utiliza en medicina y también para la producción de piezas de alta tecnología industrial. Pero, ¿cómo funciona para preservar nuestra belleza y juventud?
Con sus propiedades antiinflamatorias, el oro combate los radicales libres, estimula la regeneración de la piel y la renovación celular. Es un fuerte y comprobado componente antienvejecimiento que tensa y suaviza la piel. En pieles maduras y envejecidas, el efecto rejuvenecedor es significativo, ya que modela y da forma al contorno facial. Añadido en fórmulas de varias cremas para rostro o contorno de ojos, sérums, mascarillas, parches, champús, geles limpiadores, acondicionadores y tonificadores ayuda a la penetración de oxígeno en la piel.
Promueve una mejor circulación sanguínea cuya circulación activa el metabolismo y elimina las toxinas del cuerpo. Las partículas de oro agregadas a un producto cosmético tensan la piel, la hacen más elástica, las líneas finas se suavizan, la tez se ve radiante, la epidermis queda hidratada. Extremadamente eficaz, el oro también es un remedio para la pigmentación y las pecas. Regenera la piel áspera, flácida y seca en la que se altera el equilibrio de humedad / grasa, y mejora la absorción de nutrientes.
La plata en cosmética se utiliza principalmente como agente antibacteriano en forma de iones de plata y nanopartículas de plata. Previene el desarrollo de microbios, equilibra la secreción de sebo y regula la hidratación de la piel. Previene la inflamación y acelera la regeneración. Protege contra la sudoración excesiva y regula el trabajo de las glándulas, por lo que frecuentemente está presente en antitranspirantes y desodorantes para pies. Aplicada como bálsamo o crema, la plata actúa como una capa protectora, matando las bacterias que buscan penetrar en la epidermis.
La plata neutraliza más de 500 tipos de virus y bacterias. Sin embargo, en contacto con el aire, se oxida rápidamente y pierde algunas de sus propiedades útiles. En cosmética médica, los productos de plata son extremadamente efectivos para tratar la inflamación y las infecciones por hongos. En las fórmulas de cosméticos con propiedades antibacterianas y antisépticas, podemos encontrar plata como principio activo o como conservante para alargar su vida útil. Se usa ampliamente como prevención de la aparición de acné de origen bacteriano. El tónico facial a base de plata regula la secreción de sebo, mata las bacterias de la piel y previene la inflamación y el acné. Además, retrasa los signos de envejecimiento y las arrugas.
El uso de champús, geles de ducha, cremas y lociones corporales con iones de plata es una prevención contra problemas cutáneos difíciles de tratar.