- Características
- Descripción
- Modo de empleo:
- Ingredientes:
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Edad:
18+
Marca: Oppidum
Serie: body care
Tipo de productos: jabones
Características: calmante, limpiador, nutritivo, reparación, suavizante
Volumen: 100 g
Tipo de jabón: natural
Área de aplicación: corporal, para cara
Aplicación: universal
Para quién: mujer
Clasificación: natural
País de origen: Francia
Hecho en: Francia
La piel en verano requiere un cuidado especial. Transforma tu ducha (o baño) en un tratamiento post-solar con este jabón reparador, diseñado para una limpieza suave y para calmar la piel sensible al calor, al sol y a otros elementos. Limpia y revitaliza tu piel, devolviéndole su protección natural. La frescura cítrica y el cálido aroma de los campos de siemprevivas... ¡Sin duda, es verano!
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Por supuesto, no hay nada más sencillo que enjabonar, como se ha hecho desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, la realidad es que cada paso cuenta, desde ajustar la temperatura del agua hasta secar tu piel y elegir el jabón adecuado para el cuidado. Aquí tienes algunos consejos de uso:
1. Prepara tu piel humedeciéndola con agua a una temperatura agradable, pero no demasiado caliente. Las temperaturas elevadas pueden aumentar la irritación y el hormigueo en la piel. Después de ducharte, las temperaturas más altas también pueden provocar una mayor evaporación del agua en la superficie de la piel, causando deshidratación inmediata.
2. Humedece el jabón Oppidum y frótalo directamente sobre tu piel. Concéntrate en las áreas clave donde aplicarás el jabón: manos, pecho, hombros, zona lumbar, muslos y pantorrillas.
3. Haz espuma con el jabón en tus manos sobre tu piel y extiéndela por todo tu cuerpo. Piel con piel: enjabona suavemente para evitar la fricción e irritación que pueden causar las fibras textiles.
4. Deja el jabón sobre tu piel durante unos segundos. Esto prolonga su acción limpiadora y mejora la absorción de la glicerina natural del jabón por tu piel. Aquí es donde comienza el cuidado rehidratante y restaurador.
5. Enjuaga con agua limpia, no demasiado caliente. Nuevamente, una temperatura demasiado alta reducirá los beneficios de tu jabón: interrumpe la producción de sebo, necesario para la hidratación de la piel, y causa una evaporación excesiva de la humedad de la piel.
6. Seca tu piel dando golpecitos con un paño suave y seco. Evita frotar demasiado o rascar tu piel con fibras textiles: la fricción excesiva elimina la película lipídica que deja el jabón en la piel. Esto es especialmente importante en invierno, cuando los contrastes de temperatura pueden aumentar la sensibilidad de la piel.
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