Pastas dentales

Con flúor, calcio y carbón activado, para niños y adultos, para dientes sensibles o encías inflamadas, blanqueadoras y orgánicas... El mercado de hoy está repleto de pastas dentales para todos los gustos. Ya no podemos imaginar nuestra vida sin este producto, a pesar de que la pasta en tubo a la que todos estamos acostumbrados apareció sólo en el siglo XIX. Sin embargo, esto no significa que hasta aquel entonces la gente no se había limpiado los dientes.

Antecesores de pastas dentales modernas

Los historiadores presumen que en el año 5000 a. C. los antiguos egipcios usaban mezclas especiales para limpiarse los dientes. Además, se sabe que los antiguos griegos y romanos también usaban polvos de limpieza especiales, mientras que en China e India aparecieron sólo en 500 a. C.

Los antiguos prototipos realizaban las mismas funciones que las pastas dentales modernas: mantenían la boca limpia, blanqueaban los dientes y refrescaban el aliento. Sin embargo, la composición de los polvos dentífricos antiguos era completamente diferente de la de los productos de nuestros días. 

Los egipcios los hacían a partir de cenizas de cascos de bovinos quemados, cáscaras de huevo trituradas y piedra pómez. Las mezclas de los griegos y romanos incluían huesos y conchas trituradas, cenizas y raíces de plantas, mientras que los habitantes de la antigua China las enriquecían con los ingredientes como ginseng, menta y sal.

¿Quién inventó la pasta en tubo?

Habían pasado muchos siglos antes de que las pastas dentales evolucionaron a la forma familiar. Los primeros polvos dentífricos más o menos modernos aparecieron a principios del siglo XIX. La mayoría de ellos contenía jabón. De verdad, el jabón se podía encontrar en la composición de casi todo dentífrico hasta 1945, cuando se empezó a sustituir ampliamente con el lauril sulfato de sodio.

Hasta mediados del siglo XIX, los dentífricos se vendían principalmente en polvo. En la década de 1850, la empresa estadounidense Colgate introdujo la primera pasta dental en lata del mundo, y en 1873 comenzó a producirla en masa. Y fue Colgate que en la década de 1890 empezó a venderla en tubos similares a los contemporáneos.

¿Cómo elegir pastas dentales?

La mayoría de nosotros ni siquiera pensamos mucho en la elección y cogemos cualquier pasta cuyo precio nos convenga o cuyo tubo nos atraiga. Lo hacemos todos, pero no es correcto. Los dentistas recomiendan prestar atención a los siguientes factores al elegir un dentífrico para ti y tu familia:

• tipo: hay productos de higiene, profilácticos y curativos. Los últimos se deben utilizar para tratar los problemas como gingivitis, enfermedad periodontal y así sucesivamente;
• abrasividad: el número y el tamaño de las partículas determinan el grado de abrasividad que en el tubo se marca con las letras RDA. Cuanto más alto, más abrasivo es el dentífrico;
• composición: elige productos con un mínimo de conservantes, colorantes y agentes espumantes (SLS). No deben contener triclosán, triclogarde (antibióticos fuertes) ni carbonato de calcio (daña el esmalte).

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