Brumas faciales

Entre diferentes cosméticos disponibles en el mercado de hoy en día, hay unos que plantean dudas. Por ejemplo,las brumas faciales. Mucha gente no sabe exactamente para qué sirven y cómo utilizarlas correctamente en su rutina de cuidado diario. Son artículos de belleza en forma de sprays. Su finalidad viene determinada por su composición: agua y varios principios activos, según la fórmula. Ellos envuelven la piel en una nube suave para que quede rejuvenecida, hidratada y nutrida al mismo tiempo.

Las brumas faciales siempre son líquidas, por lo que se absorben rápidamente y comienzan a actuar al instante. Son realmente refrescantes, gracias a su fórmula de múltiples ingredientes. Estos cosméticos se utilizan de diversas maneras: para intensificar el efecto de la crema hidratante, en cuyo caso se pulveriza antes de aplicarla, para hidratar la epidermis rápidamente en cualquier momento del día o después de aplicar el maquillaje para fijarlo.

Tipos de brumas faciales

Estos artículos serán útiles en cualquier momento del año: en verano, cuando hace calor; en invierno, cuando la dermis se reseca demasiado; después de una rutina de ejercicios; durante un viaje. Refrescarán su piel y le darán una sensación de confort. Los cosméticos resuelven diferentes tareas:

• matizan y regulan las glándulas sebáceas;
• tonifican, nutren y vigorizan la epidermis;
• reducen las irritaciones y enrojecimientos;
• promueven la curación del acné;
• controlan el brillo del rostro;
• fijan el maquillaje y prolongan su vida útil;
• dejan un aroma sutil y agradable;
• mejoran la firmeza y reducen los signos de envejecimiento.

No hay que confundir las brumas faciales con las aguas termales. El agua tiene un espectro de acción similar al de la bruma, pero sale perdiendo en un aspecto: al carecer de los componentes de unión que fijan la humedad a la piel, simplemente se evapora. Como resultado, la dermis se vuelve aún más seca. 

3 formas de utilizar las brumas faciales

Tradicionalmente, se utilizan para potenciar el efecto de una crema de color. Los expertos recomiendan rociarlas después de lavarse la cara y antes de aplicar la crema hidratante. Este método potencia los beneficios del producto. También puede aplicarlas simplemente como un agua refrescante después de sentir la piel tensa. 

Algunas personas las utilizan como tónico, ya que tienen un efecto similar. También hay un par de consejos de maquilladores profesionales. Cuando el producto se mezcla con un polvo mineral, la consistencia se asemeja a la de una crema de color. Se ha comprobado que así se funde más uniformemente y queda como una capa fina de porcelana.

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